"El éxito me ha enseñado a tener más sentido y saber donde estoy"
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El actor acaba de concluir en Valencia el rodaje de «Lo mejor de Eva», un «thriller» a las órdenes de Mariano Barroso.
Además tiene pendiente de estreno su telefilme sobre el conflicto del «Alakrana». Cree que hay que dejarse llevar por la vida, admira la grandeza de Bardem y aspira a continuar aprendiendo.
Comparto la entrevista a Miguel Angel Silvestre...... - ¿Un personaje es...?
Un ser vivo que tiene sufrimientos como cualquier ser humano, conflictos y objetivos.
- ¿Puede llegar un actor que lleva mucho tiempo metido dentro de uno de ellos a ser devorado por su personalidad?
- No, aunque creo que un actor vive muchas situaciones desde que inicia un proceso de ensayo y, a veces, cuando actúa puede llegar a tener reacciones que no son suyas, sino del personaje en sí; sobre todo cuando cree estar más relajado.
- ¿Y cómo se consigue la distancia?
Me siento muy agradecido a esta profesión porque me permite compartir los conflictos de los personajes y todo ello me ayuda a comprender mejor al ser humano. Cuantos más personajes haces y con más conflictos te encuentras, mejor entiendes a quien se expresa con su cuerpo o incluso las emociones de los demás. Ahora estoy metido en el papel de un gigoló y he tenido que vivir su recorrido. Toda esa experiencia, después, me la llevaré conmigo. Si algo me interesa de este trabajo es el proceso de creación porque te ayuda a entender mejor a las personas y a saber que detrás de cada reacción también puede haber alguien que sufre.
- Sin embargo, todavía viaja con un personaje pegado a su espalda y un nombre para referirse a usted: "El Duque". Lo acabamos de comprobar entre la gente.
Pero no he tenido la necesidad de quitármelo de encima, aunque está claro que muchos me continúen identificando con él. Seguramente porque es el que más gente ha visto de mi carrera. Pero no me disgusta. Aunque al terminar con él me apeteciera hacer otras cosas. De hecho, casi todo lo que me han ofrecido desde entonces han sido papeles muy diferentes.
- ¿Teme que continúe viajando mucho tiempo más unido a usted?
Nunca lo he pensado. Puede que en el futuro me ofrezcan papeles parecidos, pero también sé que ahora tengo la oportunidad de elegir o de esperar.
- ¿Cuando hablaba de personajes diferentes pensaba en el del capitán del Alakrana, la película pendiente de estreno?
Sí, por ejemplo. Ese personaje me interesaba mucho, tanto como la historia. Aquellos marineros fueron personas que sufrieron y vivieron una situación extrema que acabó convertida en un asunto político.
- Cuentan que no pudo documentarse mucho por circunstancias ajenas y que su trabajo se basó en un interpretación personal de la situación.
Era un tema delicado y quisimos respetar el silencio de aquellas personas que lo vivieron y después no han querido hablar más del tema. Pero quizá, de todo aquello, lo que más me interesaba era el proceso psicológico que atraviesan los personajes y la humanidad que había detrás de ellos, o incluso la propia vida de los piratas porque cada uno tenía su por qué. Unos se mueren de hambre y otros están trabajando...y luego también hay otros temas paralelos que a mí, personalmente, también me interesan.
- ¿A qué se refiere?
Pues a asuntos como el de la pesca destructiva y nada ecológica. Es un tema que me preocupa. Como a todos también me interesa lo que está sucediendo en el planeta Tierra, como es la destrucción de aquello que nos da la vida.
- ¿Cree que se ha frivolizado mucho con su imagen?
Quizá el personaje que interpreté y me subió a la cima era muy frívolo y eso se asoció, pero también era alguien que sufría interiormente.
- Le costó un año de huida.
Y me permitió viajar por el mundo. La forma de desprenderme de las cosas la encuentro en los viajes, el mar y el surf. El mar y el surf tienen un paralelismo. Se trata de un deporte extremo inmerso al cien por cien en la naturaleza; es el útero de la vida, con la potencia del mar. En el agua te das cuenta de lo pequeños que somos y de que nada tiene tanta importancia como la vida.
- Dicen que los verdaderos amantes del mar son solitarios.
Pero no, no lo soy, aunque con el tiempo vaya disfrutando también de la soledad. Pero no. El mar lo que me permite es desconectar.
- ¿Qué es el éxito?
Estar en paz con uno mismo.
- ¿Y el miedo al fracaso existe o hay que caminar con cuidado para no resbalar?
Cada vez que se hace algo existe el riesgo del fracaso, pero no lo pienso.
- ¿A qué le tiene más miedo ahora: al éxito que le saque de la vida real o al fracaso que bloquee una carrera?
Ni siquiera me atrevería a responder. Tengo 28 años y todavía estoy aprendiendo. Sé que me viene bien estar cerca de la familia, huir de vez en cuando, estudiar un personaje, pero hay muchas cosas que aún no he planteado.
- Hay actores que sufren el éxito, lo que les obliga a no disfrutar de la realidad.
Cada uno lo lleva de una forma y las gafas se convierte entonces en un buen complemento. Pero mi vida no ha cambiado mucho. Excepto al hecho de evitar hacer alguna barbaridad en la calle...(ríe) He aprendido a tener más sentido común y a saber dónde estoy. Al principio sí que te sientes algo observado pero llega un momento en que la gente ya no está. Una vez Paolo Vasile-consejero delegado de Telecinco- me dijo algo que intento cumplir: "la intimidad está en los ojos del que se tiene enfrente". Y tiene toda la razón.
- ¿Hay que creer en el destino o en la suerte ?
Creo en que hay que dejarse llevar por la vida e incluso que cuando algo malo ocurre también tiene sentido que suceda.
- ¿Qué busca ahora cuando le ofrecen un papel?
Sentir que hay algo en él que me hará crecer y lo que me va a enseñar. Y me interesa también la sensibilidad de quien lo quiera contar. Es muy importante el equipo que estas detrás para poder trabajar a gusto.
- ¿Ha llegado a sentirse en algún momento un extraño en este mundo En poco tiempo ha conseguido lo que muchos no lograrán en su vida y otros lo pueden asociar a su físico?
Alguna vez se me ha pasado por la cabeza. Pero también es cierto que para demostrar mis condiciones he tenido que trabajar más. Por ello me vuelco en el trabajo. Ahora, con Lo mejor de Eva he aprendido mucho de Mariano Barroso y de Leonor Wattling, cosas muy personales. Por eso, muchas veces, no quiero que se acaben los rodajes. Un rodaje te deja múltiples detalles sobre los que después has de reflexionar y ésta es una gran película.
- ¿Es de los que les gusta opinar o prefiere dejarse llevar?
Me gusta participar, por supuesto, pero siempre desde el respeto al director y sabiendo que su punto de vista será más objetivo. Intento confiar en los directores al cien por cien.
- ¿Dónde están sus sueños?
Cuando empezaba soñaba en poder hacer aquellas películas que había visto, o llegar a ser uno de esos actores que admiras, pero ahora lo que me interesa es conocer el proceso de creación, lo que hay detrás de un papel, relajarme cuando trabajo, dejarme llevar por él.
- Hasta llegar a ser un gran actor, ganar dinero, disfrutar de la vida...
Primero pienso en desarrollar una carrera y luego en poder disfrutar de las escenas con generosidad y en conexión con los compañeros. Interpretar es como coger una ola sobre la que el tiempo se para. Y huyendo de la especialización. Este último personaje, por ejemplo, es muy amoral, pero me hacía ilusión divertirme con él. Lo primero que me dijo Barroso fue: "comienza a pensar como un amoral y no me vengas al rodaje con esos ojos que me pones" (ríe).
- ¿A qué referentes observa?
Me gusta todo tipo de cine, pero siendo actor busco grandes actores: Pacino, Nicholson, Brando, De Niro, Bardem... Él es una persona muy grande por dentro y por eso puede trabajar así. Me gusta mucho su creatividad. Disfruto viéndole.
- Se ha ido a la generación generación, al cine cine. No sé si es porque también piensa que vivimos en la cultura de la imagen rápida y del consumo inmediato; de un cine de usar y tirar y nuevas tecnologías.
Pero todavía hay muy buenas historias que se cuentan y que ahondan en otra serie de conflictos. Lo mejor de Eva es un ejemplo. Quizá el cine haya evolucionado hacia lo espectacular, pero todavía hay directores y productores que creen en las historias. También en la televisión se están haciendo proyectos de largo recorrido donde los personajes se pueden desarrollar.
- ¿La televisión es ya una asignatura superada?
No, no. Estoy abierto a cualquier proyecto que me ofrezcan y apetezca. Sólo que las últimas ofertas han estado mas relacionadas con el cine.
- ¿Le gusta volverse a ver?
No. Me veo una vez y ya está. Verte de nuevo en la pantalla es sentir la sensación de que eso ya lo has vivido. El cine se disfruta una vez y luego hay que ir a otras cosas.
- ¿No le tienta más la moda habiendo sido ya imagen de algunas marcas?
No es algo que me tire mucho. Tuve la oportunidad de conocer a Armani y poder vivir su mundo y la verdad es que resulto muy curioso. Entré en el backstage y allí estaban todos trabajando en silencio. Armani iba retocando a los modelos uno a uno y la sensación era como la de estar viendo trabajar a un pintor. Creo en la moda como un trabajo muy difícil, muy artístico y de mucho riesgo.
- ¿Dónde se imagina con cincuenta años?
Aún no sé dónde estaré mañana.-
Fuente: levante-emv.com, Diciembre 2010
